53 participantes y 56 proyectos hacen parte de la próxima subasta de energías renovables en Colombia.
12 septiembre, 2019Pensar como región y comunidad económica para las energías renovables es posible
27 septiembre, 2019La brasileña Anna-Luisa Beserra, de 21 años, siempre quiso ser científica. Cuando era una niña, todo producto doméstico tenía potencial para convertirse en el próximo experimento, desde el jabón de lavaplatos hasta el champú.
"Solía jugar con mis primos a hacer compuestos químicos con cualquier líquido que pudiéramos encontrar. Los mezclábamos y pretendíamos ser científicos profesionales", recuerda.
Pero luego, las cosas se pusieron serias. En un viaje a comunidades remotas, en paisajes semiáridos, se dio cuenta del verdadero poder de la ciencia para cambiar vidas. Ahora su sueño es diferente: usar su habilidad para inventar nuevas tecnologías que beneficien a las comunidades de escasos recursos.
Específicamente, quiere darles acceso a agua potable segura. "Poder beber agua limpia es un derecho básico que todos deben disfrutar. Pero en las zonas semiáridas del noroeste de Brasil, la escasez de agua es un problema”, explica.
“Estas comunidades rurales necesitan almacenar agua durante la estación lluviosa, para no tener que caminar largas distancias en la temporada más seca. A veces, el agua está contaminada y puede causar enfermedades", dice.
Las enfermedades diarreicas son una de las principales causas de muerte en el mundo relacionadas con el agua potable no segura y la falta de acceso a un servicio adecuado de saneamiento e higiene. Los mayores afectados son los más jóvenes, los pobres y los habitantes de las zonas rurales.
Desde muy pequeña, Beserra quería convertirse en científica. Foto de ONU Medio Ambiente
La solución de Beserra, Aqualuz, es un filtro innovador que purifica el agua de lluvia recolectada en cisternas, en áreas rurales sin acceso al agua corriente, una situación que afecta a más de un millón de personas en Brasil.
Con Aqualuz, el agua en las cisternas se purifica gracias a los rayos del sol. Cuando el líquido alcanza condiciones seguras para beber, un indicador cambia de color.
“Las comunidades locales me contaron sobre las enfermedades en sus familias, probablemente causadas por la falta de agua limpia. Quería hacer algo para ayudar a resolver el problema”, relata.
“Comencé a investigar y encontré un método de desinfección solar de agua con base en la radiación solar. Junto con la comunidad, lo probamos para crear un producto que puedan usar y que sea eficiente y duradero”, explica.
Beserra ha trabajado en este filtro desde que se graduó de la escuela, y luego de años de trabajo incansable Aqualuz está en la fase final de su desarrollo.
La invención de Beserra ayuda a proporcionar agua limpia y segura gracias al poder de la luz solar. Foto de ONU Medio Ambiente.
El invento es de bajo costo, fácil de mantener y limpiar, y puede durar hasta 20 años. Aunque la tecnología está siendo probada actualmente en Brasil, tiene potencial para ser aplicada en otros países.
Beserra dice que su objetivo es combinar las cualidades bondadosas de su madre, quien es enfermera, con las habilidades empresariales de su padre. Además, está fuertemente inspirada por su abuela, quien tiene cinco títulos académicos y continúa estudiando.
“Heredé la creatividad de mi padre y la inspiración para el impacto social de mi madre. Creo que mi pasión por el medio ambiente y la ciencia proviene de mi abuela. ¡Entonces, estoy aprovechando una rica herencia!”, bromea.
Aqualuz se prueba en comunidades locales. Foto de ONU Medio Ambiente.
"Espero que lo que hago pueda mejorar la vida de las personas y salvar vidas. Mi visión es llegar a más de un millón de familias en Brasil que tengan cisternas en sus hogares. Todos merecen agua limpia para beber", añade.
Lis Mullin Bernhardt, experta en agua dulce del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, dice: “Con el aumento del estrés hídrico y de la competencia por el recurso en muchas partes del mundo debido al consumo excesivo y los impactos climáticos, es esencial que encontremos formas innovadoras de proteger y proporcionar agua segura para una de nuestras necesidades más básicas: hidratarnos. Tecnologías como esta son un buen ejemplo de una solución local para resolver un problema global".
Lis Mullin Bernhardt, experta en agua dulce del Programa de las Naciones Unidas…
Apoyo al emprendimiento universitario
Anna Luísa Beserra, creadora del proyecto Aqualuz, recibió el apoyo del AWC, programa de educación empresarial del Instituto TIM.
AWC es un programa de educación empresarial del Instituto TIM que, desde 2015, ha estado apoyando a estudiantes universitarios de todo el país que desean convertir sus estudios de posgrado en una startup basada en la tecnología. Han participado 300 estudiantes, desarrollando 109 proyectos.
Anna Luisa, ganadora del Premio Jóvenes Campeones de la Tierra de las Naciones Unidas, formó parte de la clase de 2018 y enfatiza la importancia de la iniciativa: “Sería imposible evolucionar tanto en tan poco tiempo. El programa abrió puertas increíbles e incluso después de que finalizó nuestro período de seguimiento oficial, aún recibimos mucho apoyo de AWC. Los resultados de hoy son el resultado de la capacitación y el apoyo financiero que recibimos ”, dice.
Según la joven, ganar el premio de la ONU brindará aún más oportunidades para Aqualuz: “Hoy hay 53 unidades en funcionamiento, lo que hace posible tratar 15 litros de agua por radiación solar en solo 2 horas. Nuestro objetivo con el premio es invertir para desplegar otras 200 unidades, lo que permite dar agua tratada de manera rápida, eficiente y económica ", dice.
Sobre el Instituto TIM
Creado en 2013, el Instituto TIM tiene como objetivo crear y aprovechar recursos y estrategias para la democratización de la ciencia, la tecnología y la innovación, promoviendo el desarrollo humano, utilizando la tecnología móvil como un gran facilitador. Tiene cuatro pilares que definen su desempeño: la enseñanza, que se centra en la educación y la ciencia; Aplicaciones, con el objetivo de desarrollar nuevas soluciones tecnológicas; Inclusión, con la difusión del conocimiento de las tecnologías de la información y la comunicación; y trabajo, creando nuevas formas de actuar a través del conocimiento tecnológico. Hasta ahora, los proyectos del Instituto TIM han involucrado a alrededor de 700,000 personas en más de 250 municipios en todas las regiones de Brasil.
Fuente: elmercuriodigital.net